domingo, 20 de mayo de 2012

¿Por qué votar?

Todos los años nos encontramos en este mismo punto: el momento de votar; el hacer valer nuestro democrático derecho y demás versitos que aprendimos desde chicos, y que en el IUNA pareciéramos tener que redefinirlos.
¿Por qué, señoras y señores? Porque llamar democracia a esto es mentirnos; porque durante estos últimos meses, por ejemplo, se puso (y pusimos) en jaque a un sistema autodenominado democrático.
Y no arrancó ahí. Desde la toma del 2010 a esta parte, nos vimos forzados a instruirnos en las vueltas burocráticas intencionadamente expulsivas de los aparatos que sostienen a personajes de todo tipo, y que hicieron lo que pudieron para privarnos de nuestro lugar como estudiantes y como personas que buscamos en nuestra educación algo distinto, algo mejor a esto.

Entonces, por todo esto, surge la pregunta... ¿Por qué votar?
Si la premisa parece ser "está todo mal"... ¿por qué meterse?
Nosotros creemos que las elecciones no sirven sólo para determinar quién va a ser Consejero o quiénes van a ser Conducción del Centro de Estudiantes.
En un Departamento donde todos los Claustros son maltratados por la gente acomodada, donde se desprestigia y desprecia el activismo político, y donde se reinventan artilugios "legales" para hacer y deshacer a voluntad, un voto es mucho más que eso. Las elecciones son mucho más que eso.
Las elecciones son también una manifestación.
Una manifestación de compromiso. Una señal de vida.
Y es que es eso lo que necesitamos dar. Señales de vida.
Señales que demuestren nuestro interés en una universidad que no sólo sirva para recibir información, sino para construir algo distinto. Mucho más si entendemos que como estudiantes de arte tenemos el deber de transgredir los parámetros establecidos, de ver más allá. De ir más allá.
La construcción de nuestra propia educación corre por cuenta de todos. Docentes y compañeros, cada uno de nosotros, tanto en el aula como fuera de ella.


Un voto en una sede sin clases es una señal mucho más fuerte que cualquier decreto.
Un estudiante que reclama estar en los padrones para poder votar es una señal mucho más fuerte que cualquier omisión administrativa, sea intencional o no.
Una persona que se acerca a votar en elecciones que no son obligatorias, como las de Centro, es una señal mucho más fuerte que cualquier intento por desacreditar al Claustro.

Votando no elegimos a quién va a poner su carita por nosotros. Votando estamos poniendo nuestro compromiso para con todos nuestros compañeros, con los que cursamos todos los días y con los que compartimos idas y venidas.
Por eso creemos que hay que votar.
Por eso, y porque creemos sinceramente que las cosas pueden mejorar. Porque queremos laburar con todos los estudiantes, nuestros compañeros, para que mejoren.

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